PROFECIAS DEL SIGLO XXI.

Las Profecias no son necesariamente hechos que se van a cumplir, no son algo predestinado y que no puede cambiarse. Si las profecias son buenas, debemos hacer todo lo posible para que se cumplan y si son malas debemos hacer todo lo posible para que no se cumplan. Siempre esta en las manos de la Humanidad el destino de todos y en nuestras manos el de cada uno de nosotros. Dios nos deja el libre albedrio y nostros mismos hacemos nuestro destino, nadie puede decidir por nosotros. Las profecias solo pueden influenciar estas decisiones para bien o para mal, pero no pueden decidir por nosotros. Por lo tanto disfruten de este Blog de Las Profecias del Siglo XXI, pero siempre tengan esto presente, usted decide su destino, el camino a seguir.

EL FRIO Y EL HIELO AVANZAN.

"EL FRIO Y EL HIELO AVANZA EN LA TIERRA, PERO TAMBIEN EN LAS MENTES Y CORAZONES DE LOS HUMANOS. DIOS LE HA DADO UN FUEGO INEXTINGIBLE PERO EL HOMBRE TIENE MIEDO DE USARLO. CADA VEZ MAS ESTA RODEADO DE FRIO E HIELO, NO ES EL QUE ESTA FUERA, ES EL FRIO Y HIELO QUE ESTA DENTRO DEL CORAZON Y LAS MENTES DEL HOMBRE. ALGUIEN ENTIENDE, PERO FALTA TIEMPO PARA QUE TODOS ENTIENDAN".

PIEDRA FUNDAMENTAL.

LA PIEDRA QUE LOS CONSTRUCTORES ARQUITECTOS DESECHARON VA A SER LA BASE Y VERTICE DE TODA LA CONSTRUCCIÓN. ESTO ES ALGO MARAVILLOSO....!!.

2019

A PARTIR DEL SEGUNDO SEMESTRE, JULIO 2019, COMIENZA PARA LA HUMANIDAD UN TIEMPO DE OSCURIDAD CADA VEZ MAS PROFUNDA HASTA EL 2040. LAS FUERZAS OSCURAS DEL ANTICRISTO, DRAGON ROJO, COMENZARAN A LEVANTARSE DESDE EL ORIENTE HASTA DOMINAR TODO EL PLANETA TIERRA Y LA HUMANIDAD.- DESPUES 2040 CUANDO SEA DERROTADO COMENZARAN 1000 AÑOS DE LUZ Y DE PAZ PARA TODA LA HUMANIDAD.

martes, 13 de noviembre de 2012

EL LIBRO DE DANIEL. LA BIBLIA.

EL LIBRO DE DANIEL.  LA BIBLIA. En la Biblia se encuentra uno de los libros más proféticos y también más difícil de entender sus significados. Entre muchas de las profecías de Daniel,  he seleccionado dos que creo que dan mas claridad de las profecías acerca del tiempo presente en el siglo XXI.
EL LIBRO DE DANIEL. Este libro fue escrito aproximadamente en el años 535 A.C. y al 530 A.C.. Pertenece a los géneros género narrativo y género apocalíptico, de difícil comprensión. La primera parte del libro narra la historia del profeta Daniel, quien según el mismo libro, vivió en Babilonia como exiliado junto con el resto del pueblo hebreo en el siglo VI a. C, bajo el gobierno de Nabucodonosor II. La primera parte también narra lo sucedido con Daniel cuando los babilonios fueron conquistados por los medos, comandados por Darío el Medo, los cuales más tarde fueron sometidos por los Persas. La segunda parte del libro históricamente puede referirse a lo sucedido en Medio Oriente (particularmente en el territorio de Palestina) cuando la Dinastía Ptolemaica y la Dinastía Seléucida peleaban por el territorio, y cuando Antíoco IV Epífanes intentó suprimir el culto judío en Jerusalén y reemplazarlo por un culto helenista. Jesucristo interpreta esta profecía en el Evangelio de Mateo 24:30 como referida al Mesías y a su persona: "Y entonces se mostrará la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentaran todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre que vendrá sobre las nubes de los cielos, con gran poder y gloria". Según algunos entendidos este libro es profético apocalíptico, narrando los hechos que van ocurrir durante los 2500 años siguientes, hasta el fin de los tiempos, que es según las mismas palabras del Ángel a Daniel, “un tiempo, un tiempo y la mitad de un tiempo”, entienden algunos que "un tiempo", equivale a 1000 años, entonces el inicio del final de los tiempos es 2500 años después de la visión, esto nos da aproximadamente el entre el año 1970 a 1975 el inicio del final de los tiempos. Queda claro que con todos los acontecimientos actuales, la fecha final no está muy errada.

Libro de Daniel .

Capítulo 8.
Visión del carnero y del macho cabrío.

8:1 En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel, después de aquella que me había aparecido antes. 8:2 Vi en visión; y cuando la vi, yo estaba en Susa, que es la capital del reino en la provincia de Elam; vi, pues, en visión, estando junto al río Ulai. 8:3 Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos; y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después. 8:4 Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía. 8:5 Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos. 8:6 Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. 8:7 Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder. 8:8 Y el macho cabrío se engrandeciéndose sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado, y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo. 8:9 Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho al sur, y al oriente, y hacia la tierra gloriosa. 8:10 Y se engrandeció hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó. 8:11 Aun se engrandeció contra el príncipe de los ejércitos, y por él fue quitado el continuo sacrificio, y el lugar de su santuario fue echado por tierra. 8:12 Y a causa de la prevaricación le fue entregado el ejército junto con el continuo sacrificio; y echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y prosperó. 8:13 Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de los santos preguntó a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados? 8:14 Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado. 8:15 Y aconteció que mientras yo Daniel consideraba la visión y procuraba comprenderla, he aquí se puso delante de mí uno con apariencia de hombre. 8:16 Y oí una voz de hombre entre las riberas del Ulai, que gritó y dijo: Gabriel, enseña a éste la visión. 8:17 Vino luego cerca de donde yo estaba; y con su venida me asombré, y me postré sobre mi rostro. Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin. 8:18 Mientras él hablaba conmigo, caí dormido en tierra sobre mi rostro; y él me tocó, y me hizo estar en pie. 8:19 Y dijo: He aquí yo te enseñaré lo que ha de venir al fin de la ira; porque eso es para el tiempo del fin. 8:20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia. 8:21 El macho cabrío es el rey de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero. 8:22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él. 8:23 Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro y entendido en enigmas. 8:24 Y su poder se fortalecerá, mas no con fuerza propia; y causará grandes ruinas, y prosperará, y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos. 8:25 Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. 8:26 La visión de las tardes y mañanas que se ha referido es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días. 8:27 Y yo Daniel quedé quebrantado, y estuve enfermo algunos días, y cuando convalecí, atendí los negocios del rey; pero estaba espantado a causa de la visión, y no la entendía.
Capítulo 12.
El tiempo del fin.

12:1 En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. 12:3 Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad. 12:4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará. 12:5 Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río. 12:6 Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas? 12:7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas. 12:8 Y yo oí, más no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas? 12:9 El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 12:10 Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. 12:11 Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días. 12:12 Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días. 12:13 Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.

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